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2.1 Alcalá en el siglo XIII

Para comenzar, veamos la situación que, a mediados del siglo xíít, atravesaba el territorio dc la actual Andalucía, escindida entre las tierras que seguían en manos de los musulmanes y aquéllas que se estaban incorporando al mundo cristiano ante el empuje militar castellano. Es la época de las grandes conquistas protagonizadas por Fernando 111 de Castilla, proceso iniciado en los años 1224-1225 con la ocupación, o más bien la cesión por parte de su vasallo el reyezuelo de Baeza, de Andújar y Martos. A partir de entonces, el monarca castellano fue incorporando importantes ciudades hispano-musulmanas y grandes extensiones de tierras, aprovechando la descomposición política del al-Andalus almohade: Baeza, Jódar, Sabiote, la extensa zona tomada por el arzobispo de Toledo y que constituiria el adelantamiento de Cazorla, Ubeda, Santisteban, hasta culminar con la conquista de Córdoba en 1236, seguida de la ocupación de toda la sierra y campiña cordobesas 12 En 1 246 se produjo un acontecimiento diplomático de importantes consecuencias para la historia de Andalucía y de toda Castilla: el llamado op-acto de Jaén», cuando esta ciudad se encontraba prácticamente rendida a las tropas castellanas después de un prolongado asedio. Mediante este acuerdo, que conocemos únicamente por una breve noticia contenida en la Primera Crónica General 13, lbn Alhamar, antiguo señor de Arjona y de Jaén, entregaba «de derecho» la ciudad sitiada a Fernando III, se declaraba vasallo del rey castellano, con las obligaciones que este coínpromiso comportaba, y asumía el pago de 150.000 maravedíes anuales en concepto de parias. A cambio de todo ello, el caudillo Alhamar, que pronto sería el fundador de la dinastía naszari, aseguraba la posesión de los territorios que estaban bajo su control, es decir, aproximadamente las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería. El «pacto de Jaén» significó, por una parte, el nacimiento del último reíno hispano-musulmán, creándose el «verdadero pilar sobre cl que sc-asentaba la constitución del reino nazarí de Granada, con categoría de estado soberano al decidir su rey entregarse a Castilla como vasallo» 4, y cuya existencia se prolongaría hasta finales del siglo xv; en segundo lugar, la aparición de una amplia zona fronteriza entre Castilla y el futuro reino de Granada, poco precisada en los «sectores» sevillano y, sobretodo, gaditano. Como materialización del acuerdo de Jaén, la sumisión de Ibn Alhmar, que de enemigo babia pasado a ser su vasallo, fue aprovechada de inmediato por el monarca castellano para acometer la conquista de Sevilla (1248). Una vez tomada Sevilla en octubre de 1248,1as tropas castellanas se dirigieron hacia el sur, ocupando en los meses siguientes las poblaciones situadas en la zona de los ríos Guadalete y Barbate: Jerez, Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules, Vejer, Santa María del Puerto, Cádiz, Arcos, Lebrija, Rota, Trebujena 16 El sistema más utilizado para la ocupación fue el de pactos pacíficos con los musulmanes de cada lugar, que así conservaron una amplia autonomía, aunque a veces tuvo que recurrirse a la guerra. En 1264 se produjo la revuelta general de los mudéjares, apoyados desde Granada por lbn Albamar, que en la comarca del Guadalete-Barbate triunfó plenamente, pasándose a cuchillo a las guarniciones castellanas ~ Ante esta situación, Alfonso X se vio obligado a conquistar en el mismo año de la rebelión, y esta vez por las armas, las poblaciones y territorios sublevados —Alcalá fue tomada el 23 de octubre ~—. Una vez vencidos definitivamente, los mudéjares fueron expulsados masivamente al reino de Granada o al norte de Africa. Los castillos que defendían directamente la vanguardia fronteriza —Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules y Vejer— quedaron al margen del impulso repoblador: con toda seguridad, su escasa poblacion se limitaría a las guarniciones militares y posiblemente a algunos repobladores esporádicos. De 1269 data la constitución por Alfonso X de aquella irrealizable comunidad de pastos y aprovechamientos forestales para todo el reino de Sevilla, en la que se incluyeron a estas plazas de Alcalá, Medina y Vejer junto a Sevilla, Jerez, Arcos, Carmona, Niebla, Huelva y Gibraleón. Siguiendo la marcha de los acontecimientos, debemos señalar que los diez años de paz que siguieron a la revuelta mudéjar quedaron truncados bruscamente, en la primavera de 1275, con la primera de las invasiones de los benimerines, instalados por el rey de Granada en las bases de Algeciras, Tarifa y Ronda 20 Durante 1275 y 1277 se sucedieron los ataques de los norteafricanos al mando de su emir Abu Yusuf: además de vencer en varias ocasiones a las tropas castellanas, saquearon repetidamente diversas ciudades y villas andaluzas, especialmente los términos de Jérez, Córdoba y Sevilla. La principal fuente histórica para estos difíciles años, la crónica Raws-al-Qirtás 21, no registra ninguna conquista definitiva por parte de los benimerines; eí castillo de Alcalá, como los de las zonas vecinas, no pasó a manos de los musulmanes, aunque debió sufrir directamente, debido a su cercanía a las bases meriníes, el paso de los invasores 22 Alfonso X respondió a la presencia meriní con una operación conjunta por mar y tierra contra Algeciras, realizada durante los años 1278 y 1279, pero la falta de coordinación entre ejército y armada precipitó la derrota de los castellanos en el verano de 1279. Como consecuencia de este fracaso se firmó una tregua entre Alfonso X y los benimerines, que puso fin temporalmente a las hostilidades. Esta ocasión fue aprovechada por el rey de Castilla para fortalecer el sector fronterizo más vulnerable, es decir, el territorio situado en la misma línea de choque de las bases norteafricanas. En un espacio de tiempo inferior a veinte días hizo las siguientes concesiones a finales de 1279: — 10 de diciembre. Donación de Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules a la Orden de Santa María de España, también conocida como Orden de la Estrella 22 — 14 de diciembre. Morón y Cote pasan a manos de la Orden de Alcántara. 15 de diciembre. Alfonso X donó Cazalla (Puebla de Cazalla) a la Orden de Santiago. — 31 de diciembre. La Orden de Santa María de España añadía a sus posesiones anteriores la heredad de Faraya, en término de Alcalá ~ Estas donaciones reales significaron un cambio de orientación importante en los objetivos y proyectos fundacionales de la Orden de Santa María de España. El privilegio rodado de 10 de diciembre contiene, por primera vez para la joven orden militar, la exigencia de un servicio de armas en tierra fronteriza (... y que fagan de ellos para syenpre guerra y paz por nuestro mandado y de los otros reyes que reynaren después de Nos en Casillía yen León), así como el fomento de la repoblación en los territorios cedidos por el rey 25 Para asegurarse de ello, Alfonso X especifica que en Medina Sidonia, ti la que cambia el nombre por Estrella, debía establecerse el convento mayor de la orden en la frontera del reino de Sevilla. Según Torres Fontes, el desastre de Algeciras y la pérdida casi total de la flota castellana hacían casi imposible continuar pensando en un-a orden militar dedicada exclusivamente a los hechos de la mar En el documento que nos interesa, el fechado en 10 de diciembre, se habla de Medina Sidonia y Alcalá como «villas y castillos», a pesar de la escasa población que desde 1264 debían tener ambos lugares. Un pasaje del documento hace referencia a los privilegios que las dos poblaciones recibieron dc Alfonso X tras su ocupación efectiva por las tropas castellanas: E otros¿ que el maestre y el convento sobredicho que guarden los frieron e las franquezas e los privillegios que Nos diemos a los pobladores de amos eslo.s dos lugares sobredichos y que les no tomen ni les enharguen sus heredamientos mientras tovieren poblados así como deben. Los privilegios concedidos a Alcalá no se han conservado, pero, si realmente se dieron, tuvieron que ser semejantes a los que recibió Medina Sidonia en enero de 1268 para favorecer su repoblación: iguales franquezas a sus pobladores que las que gozaba Sevilla, exención de diezmos y pechos reales, salvo moneda y yantar, y limitación de las obligaciones militares a la zona comprendida entre el Guadalquivir y el mar 27 Desde 1268 sc iniciaría en Medina Sidonia, y posiblemente también en Alcalá, un cierto impulso repoblador gracias a los privilegios otorgados por la Corona sólo cuatro años después de las repoblaciones llevadas a cabo en Arcos, Jerez o el Puerto 28 Sólo de esta manera se explicaría la transformación de Medina y Alcalá, que pasaron de ser simples puntos fortificados, situados en la misma línea de la frontera, a pequeños núcleos de población, que en 1279 ya merecían la calificación de «villas». Pero la primera entrada de Alcalá en señorío no pudo ser más efímera, pues en 1280 volvieron al realengo las tres plazas principales de la Orden de Santa María de España: Puerto de Santa María, Medina Sidonia y Alcalá 29 La Orden de Santa María desapareció al quedar integrada en la de Santiago tras el desastre de Moclín de 1280, en el que murieron el maestre y buena parte de 1-a caballería santiaguista. A los dos años, en 1282, Alcalá volvía a ser entregada en señorío al ser cedida por Alfonso X a Alfonso Pérez de Guzmán, el famoso Guzmán «el Bueno» 3»• Con la donación de Alcalá Sidonia, que es el nombre que aparece en el documento, el rey castellano recompensaba la decisiva intervención de Pérez de Guzmán en la formalización de la alianza con los benimerines, llevada a cabo entre 1281 y 1282, para hacer frente a la rebeldía del infante don Sancho 31 Sin embargo, al año siguiente Alcalá volvía de nuevo a la Corona al serle trocada a Pérez de Guzmán por los olivares de Monte-agudo, lugar cercano al Guadalquivir, en el término de Jerez 32 Siguiendo Barrantes Maldonado, el caballero sevillano estaba descontento con la donación de Alcalá por estar frontera de moros y aparejada para se perder e porque él se avía de yr a Africa e no podía dexar tan buen cobro en ella en tantos años comopensaba de estar; el cronista añade que Pérez de Guzmán dio al rey castellano algunas doblas por el trueque ~. Durante 1284 y 1285 Alcalá de los Gazules, al igual que otros muchos lugares del reino de Sevilla, se vio sometida a las continuas devastaciones que protagonizaron los benimerines desde la muerte de su reciente aliado, Alfonso X, en enero de 1284. El nuevo rey, el rebelde Sancho IV, se vio obligado, en la primavera de 1285, a romper el cerco que había impuesto Abu Yusuf a la ciudad de Jerez. El ejército meriní tuvo que replegarse hacia el sur, pero Sancho IV no pudo atacar a los hombres de Abu Tusuf debido a problemas de abastecimiento en sus tropas: E desque el Rey vio que non podía levar a

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