1. Introducción
En las páginas de este trabajo hemos intentado hacer un breve recorrido por la historia de la villa gaditana de Alcalá de los Gazules desde mediados del siglo xut a mediados del xv, desde los años en que pasó a formar parte del reino de Sevilla hasta su incorporación a los señoríos del linaje sevillano de los Ribera, titulares del Adelantamiento Mayor de la Frontera o de Andalucía U La escasez y naturaleza de los testimonios escritos que se han conservado de aquellos siglos medievales —básicamente, algunos documentos oficiales y menciones aisladas en las crónicas de la época— nos han impedido profundizar en un mayor conocimiento de la realidad histórica de esta villa andaluza, situada en la misma banda fronteriza con el reino nazarí. Es precisamente este carácter de marca fronteriza y de posición avanzada frente a los musulmanes de Granada el condicionante de sus rasgos más destacados, desde los continuos cambios jurisdiccionales que experimentó a lo largo de la Baja Edad Media hasta la orientación extensiva y ganadera de su economía. Así aparece citada en la Gran Crónica de Alfonso XI como Alcalá de los Ganzules (sic), que era el primer lugar de los cristiano&.. 2 Además, hay que considerar la posición excéntrica de Alcalá en relación a las vías de comunicación que desde la ciudad de Jerez se dirigían hacia el sur, al menos durante el siglo XIII~. En esta exposición hemos omitido las referencias al pasado prehistórico
y antiguo de nuestra villa y su término, si bien se trata de una zona de poblamiento continuo, a juzgar por la abundancia de los restos arqueológicos ~, desde útiles y materiales paleolíticos a necrópolis visigodas, pasando por el hallazgo del famoso bronce epigráfico, de comienzos del siglo it a. C., de la Tut-ris Laseutana, que ha dado pie a la hipótesis de la localización de la ciudad de Lascuta en las inmediaciones de Alcalá. Durante los siglos de dominio musulmán, la zona de Alcalá de los Gazules constituía un núcleo de población fundamentalmente bereber ~, sobre todo en las tierras más montañosas, hacia el este del término municipal actual. Administrativamente, las tierras de Alcalá estaban repartidas en época omeya entre las coras de Al-Yazirat al Jadra (Algeciras) y Shiduna (Medina-Sidonia) 6• Pero es en el periodo posterior a la muerte de Almanzor (1002) cuando encontramos normalmente citada a nuestra población con la denominación genérica de Alcalá7. Con la formación de los reinos de taifas, a partir de los comienzos del siglo xí, Alcalá llegó a ser integrada en el poderoso reino de Sevilla. Tras las invasiones norteafricanas de almorávides y almohades, formó parte de los pequeños estados de los reyezuelos vecinos de Jerez o Arcos, si bien en algunos momentos Alcalá debió mantener una cierta independencia de éstos >t El castillo de Alcalá de los Gazules, que ha sido calificado por A. Orozco como «alcázar con cerca», pertenece morfológicamente, o mas bien pertenecía, al estilo de construcción militar almohade ~. Sobre el nombre de nuestra villa, debemos señalar que tras su ocupaeton por las tropas castellanas fue conocida en documentos y crónicas simplemente como Alcalá, o bien como Alcalá Sidonia. Sólo con posterioridad se le añadiría cl calificativo «de los Gazulesa lO, nombre que en general ha sido relacionado con denominaciones de los guerreros musulmanes norteafricanos, bereberes o benimerines, aunque también algún autor ha señalado un origen estrictamente árabe al topónimo.
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on miércoles, 20 de agosto de 2008
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Bibliografía
(1) Vid. el libro de JUAN ABELLÁN PÉREZ. El Cádiz islámico a través de sus textos. Cádiz: Universidad, 1996, donde se recogen todos los textos que hablan de lo que es hoy la provincia de Cádiz en época árabe.
(2) ABELLÁN. El Cádiz, pág. 147.
(3) ELíAS TERÉS. Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe: nómina fluvial. Madrid, 1986, págs. 354-355.
(4) G.S. COLIN. El x, II, 539-540, s. v. Djazûla
(5) PIERRE GUICHARD. Al-Andalus. Estructura antropológica de una sociedad islámica en Occidente. Barcelona, 1976.
(6) MUHAMMAD IBN SARIFA. Ibn Mugâiwír al- Šâtibi, hayâtu-hu wa-âtaru-hu. Casablanca,
(7) IBN SARÍFA, págs. 62-63.
(8), Texto editado por Ibn tarifa, págs. 169-183. (9) ELÍAS TERÉS. Op. Cit.
(10) LUIS SECO DE LUCENA. Muhammad IX, sultán de Granada. Granada, 1978, págs. 32 y 163.
(11) M. a JESUS RUBIERA MATA. Villena en la calzada romana y árabe. Alicante, 1985.
(12) Los caminos de al Andalus en el siglo Xlll. Estudio, edición, traducción y anotaciones por Jassim Abid Mizal. Madrid: CSIC, 1989, págs. 87-88, 151 texto árabe.
(13) Ibn Mugâwir, pág. 180.
(14) Ibn Mugâwir, pág. 181.
(15) RUBIERA. Villena, pág. 56.
(16) G.S. COLIN. Op. Cit.
(17) Dato que nos ha suministrado nuestro colega y amigo Luis F. Bemabé.
(18) Ya hemos dicho que los Y azûla aparecen cono Kazûla o Qazûla, lo que permite esta hipotética etimología. En cuanto al resultado de la /z/, recordemos que es zona de lengua catalana y puede deberse a la lengua receptora.
(19) Este dato nos ha sido suministrado por nuestro también amigo y colega Fernando Velázquez. El étimo árabe qâyulaš , para Cázulas (v. M.' CARMEN JIMÉNEZ MATA. La Granada Islámica. Granada: Universidad, 1990, pág. 227), debía haber dado Cájulas.
(20) No es el diminutivo de cueva, que sería cuevita, cuevitilla, en castellano, o Algarejo, del árabe al-gâr, topónimo existente en la comarca de Alcalá de los Gazules precisamente.
(2) ABELLÁN. El Cádiz, pág. 147.
(3) ELíAS TERÉS. Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe: nómina fluvial. Madrid, 1986, págs. 354-355.
(4) G.S. COLIN. El x, II, 539-540, s. v. Djazûla
(5) PIERRE GUICHARD. Al-Andalus. Estructura antropológica de una sociedad islámica en Occidente. Barcelona, 1976.
(6) MUHAMMAD IBN SARIFA. Ibn Mugâiwír al- Šâtibi, hayâtu-hu wa-âtaru-hu. Casablanca,
(7) IBN SARÍFA, págs. 62-63.
(8), Texto editado por Ibn tarifa, págs. 169-183. (9) ELÍAS TERÉS. Op. Cit.
(10) LUIS SECO DE LUCENA. Muhammad IX, sultán de Granada. Granada, 1978, págs. 32 y 163.
(11) M. a JESUS RUBIERA MATA. Villena en la calzada romana y árabe. Alicante, 1985.
(12) Los caminos de al Andalus en el siglo Xlll. Estudio, edición, traducción y anotaciones por Jassim Abid Mizal. Madrid: CSIC, 1989, págs. 87-88, 151 texto árabe.
(13) Ibn Mugâwir, pág. 180.
(14) Ibn Mugâwir, pág. 181.
(15) RUBIERA. Villena, pág. 56.
(16) G.S. COLIN. Op. Cit.
(17) Dato que nos ha suministrado nuestro colega y amigo Luis F. Bemabé.
(18) Ya hemos dicho que los Y azûla aparecen cono Kazûla o Qazûla, lo que permite esta hipotética etimología. En cuanto al resultado de la /z/, recordemos que es zona de lengua catalana y puede deberse a la lengua receptora.
(19) Este dato nos ha sido suministrado por nuestro también amigo y colega Fernando Velázquez. El étimo árabe qâyulaš , para Cázulas (v. M.' CARMEN JIMÉNEZ MATA. La Granada Islámica. Granada: Universidad, 1990, pág. 227), debía haber dado Cájulas.
(20) No es el diminutivo de cueva, que sería cuevita, cuevitilla, en castellano, o Algarejo, del árabe al-gâr, topónimo existente en la comarca de Alcalá de los Gazules precisamente.