LA TRIBU BERÉBER DE LOS GAZULES EN LA TOPONIMIA HISPANICA  

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M.ª Jesús RUBIERA MATA

Universidad de Alicante

Alcalá de los Gazules no es solamente un bellísimo pueblo gaditano sino que tiene un eufónico nombre que parece evocar los versos del romancero. Sin embargo aún no ha sido identificado su nombre árabe -sin duda fue una qal `a o castillo- entre las diversas fortalezas de la comarca de Sidonia o de Algeciras [1]. Por desgracia la única identificación de una "Alcalá" como la de los Gazules, realizada por Huici Miranda en el Rawd al-Qirtâs [2], es errónea como demostró muy fehacientemente Don Elías Terés, pues se trata de Alcalá de Guadaira [3]. Pero si en los textos árabes aparecen qal `a-s que podrían ser la de los Gazules, en ningún momento aparecen relacionados con ellas estos beréberes. Hemos de precisar que pensamos que los Gazules del topónimo gaditano son los miembros de la tribu beréber Yazûla [4], ya que este nombre, antes de normalizarse con esta grafía en árabe, aparece como Qazûla y Kazûla, lo que permite perfectamente esta etimología.



La utilización de la toponimia como fuente para el estudio de la instalación de los beréberes en al-Andalus fue un gran hallazgo metodológico de Pierre Guichard [5], aunque ofrecía y ofrece un problema importante: la toponimia de los textos hispánicos no musulmanes nos muestra una ucronía respecto al período musulmán, ya que puede haber nacido en cualquier momento de la historia de al-Andalus. Su ausencia en las fuentes árabes puede ser un indicio de un asentamiento tardío y como tal nos referimos a la época almorávide y almohade, cuando los beréberes jugaron un papel muy importante, ya que las dos dinastías tenían este origen étnico.

De esta forma la favorable circunstancia de una referencia en una crónica literaria árabe, nos permite, en estas páginas, dar una explicación plausible a la presencia de los gazules en Alcalá y en otros lugares de al-Andalus.

En el año 1994 Muhammad Bencherifa publicó un muy interesante libro sobre la vida y la obra de un autor andalusí hasta entonces poco conocido, Ibn Mugâwir de Játiva [6], con la edición de sus obras hasta ahora inéditas. Aunque sin lugar a dudas la obra de Ibn Mugâwir (502-58711108-9-1191) ofrece muchos puntos de interés, puesto que el autor vivió en el Šarq al-Andalus en época de lbn Mardanîš y de la reestructuración política y administrativa almohade.

En el año 570/1174-75 estaba al servicio del gobernador almohade de Valencia, el sayyid Abû l-Rabî ´a ibn `Abd Allâh ibn `Abd al-Mu'min y con él se trasladó a Sevilla donde se encontraba el califa Yûsuf ibn `Abd al-Mu'min, pero los asuntos cortesanos se prolongaron durante mucho tiempo e Ibn Mugâwir sentía nostalgia de su tierra Játiva y de su familia, por lo que pidió permiso a Abû l-Rabî ´a para regresar, permiso que le fue concedido, y salió de Sevilla el lunes 12 del mes de Rabi` al âjir del año 571/jueves 30 de octubre de 1175 [7]. Más tarde escribió una epístola, relatando etapa por etapa su viaje [8]. El texto es muy interesante y merece seguramente su traducción al español, pero en estas páginas sólo nos referiremos al tema ya anunciado de los gazules.

La primera etapa de Ibn Mugâwir desde Sevilla es a Mayrâna , que BenCherifa ha identificado con Mairena del Alcor. Desde allí se dirige a Osuna. La etapa siguiente es la más complicada respecto a la identificación de los topónimos ya que pasa por un Wâdî t tîn , un "Guadatin", que no está documentado en esa zona [9] Tal vez sea el hoy conocido como Arroyo Blanco. Aún es más enigmático el lugar que denomina Fayy al-Masâlib (¿desfiladero de las cruces?). También atraviesa la Sajrat al-`Uššâq , es decir la Peña de los Enamorados, el desfiladero donde en él año 1424, Rodrigo Narváez, gobernador de Antequera, infligió una derrota a los granadinos de Archidona y en 1435, el adelantado Sotomayor y su ejército fue, a su vez, derrotado por los granadinos [10]. La etapa acaba en Loja, desde donde el camino toma referencias conocidas. La siguiente etapa es Granada y de ella a Wadd (Huétor-Santillán).

Nuestro autor toma entonces la ruta de la antigua Via Augusta que unía Cádiz con Roma, de plena vigencia en época árabe y que comunicaba Andalucía con el Levante [11]. Llega a Guadix y sigue a Baza. Hace etapa, tras la antigua Basta , en Kûliya (Cúllar Baza), siguiendo el itinerario señalado por al-Idrîsi entre Granada y Murcia [12)]. Vélez (Blanco o Rubio), Lorca, Alhama, Librilla, Qantara Iškâb (Alcantarilla) y Murcia. Ibn Mugâwir, al acercarse al Levante comienza a quejarse de la lluvia y el barro por lo que cabe suponer que aquel otoño de 1175 fue particularmente lluvioso. La siguiente posada la realiza en Orihuela y a continuación viene el relato que nos interesa especialmente.

Desde Orihuela se dirige hacia Elche y se encuentra con un terrible barrizal donde tanto él como sus compañeros tienen enormes dificultades para avanzar -posiblemente el río Vinalopó se había desbordado, produciendo este desastre habitual durante siglos hasta su muy reciente canalización-, por lo que en vez de llegar a Elche se desviaron hacia Crevillente, donde encontraron el camino empedrado o calzada, librándose de la trampa del fango, aunque su miedo no decreció porque se encontraron con:

"[...] las tiendas levantadas de los gazules (qibâb Y azûla ), que parecían trampas dispuestas después de que sus habitantes hubiesen partido [...]" [13] y no se sintieron tranquilos hasta llegar al recinto (yafn) de Crevillente. El miedo a los gazules continuó en la siguiente etapa del viaje que terminó en Petrer, donde la pequeña caravana de Ibn Mugâwir fue muy mal acogida, porque los habitantes de Petrer "[...] avisados de la presencia de los gazules creyeron que nosotros éramos su avanzadilla y, al ver mi montura y su aparejo, creyeron que yo era su jefe, nos echaron los perros, cerraron sus puertas y no nos habló ninguno sino a través de la puertas ó de las cortinas, temiendo que llevásemos el castigo de nuestro señor y soberano, el Príncipe de los Creyentes [...]" [14]. Finalmente un hombre del extremo del pueblo, que había sido compañero de un general llamado Ibn Dahnûn, que había estado al servicio de Ibn Mardanîš y después de los almohades, habló con Ibn Mugâwir y enterado de quiénes eran los viajeros, tranquilizó a sus vecinos y les brindaron hospitalidad. Tras Petrer, Ibn Mugâwir siguió por la calzada hacia Onteniente y finalmente llegó a Játiva, su patria.

De este interesante texto queremos destacar la situación de los gazules, acampados en tiendas, en mitad del Valle del Vinalopó, río que marcó; desde el triásico, un profundo paso natural entre las antiplanicies manchegas y la costa del Mediterráneo y por donde los romanos trazaron la Via Augusta, que había tenido que abandonar su trazado-costero en la desembocadura del Júcar por las difíciles estribaciones montañosas que cubren lo que es hoy la provincia de Alicante. La calzada, romana y luego árabe, vuelve al Mediterráneo por el Valle, jalonado en época árabe por castillos: Villena, Sax, Petrer, Elda, La Mola de Novelda, Aspe y Crevillente, para llegar a Elche. Los habitantes de estas poblaciones fortificadas se guardaban temerosos de la presencia del grupo beréber, temiendo en el caso de Petrer que los gazules hubiesen sido enviados por los almohades para castigarlos, por su vinculación con Ibn Mardanîš , ya que sólo tres años antes, en 1172, el califa Abû Ya'qûb había tomado posesión del Vinalopó [15]. Pero esto no es así, porque el funcionario almohade, Ibn Mugâwir, siente el mismo temor reverencial ante las tiendas de los gazules, levantadas cerca de Crevillente. Hay que recordar que los gazules fueron masacrados por, los almohades en el Sûs en 1138, tras haberse rebelado contra ellos [16]. Posiblemente grupos de la tribu de los gazules llegarían a al-Andalus con los almorávides, de los que fueron aliados, pero la masacre magrebí y el triunfo almohade en la península los dejó en la triste situación en que nos los presenta Ibn Mugâwir, temidos por todos, acampados fuera de las poblaciones.

No tenemos, por ahora, más noticias de su suerte en crónicas literarias, pero la toponimia puede sugerirnos alguna pista. Dentro del término de Petrer, pero ya no en el Valle del Vinalopó sino en la Sierra del Caballo, con alturas de una media de 800 metros, hay una partida que lleva el nombre de Cachuli [17], que podría referirse a los Gazules, que terminaron refugiándose en las altas montañas, dado que su presencia en el valle tenía tal cantidad de enemigos [18]. De ser cierta esta hipótesis, nos encontraríamos con otra huella más de esta, tribu nómada en el al-Andalus del siglo XII: Catxola en el término de Finestrat, en la zona montañosa de la Marina Baixa alicantina. Y ya en el dominio de la lengua castellana, Cázulas en Granada, junto al Río Verde, también en la alta montaña [19]. Los hostiles y hostigados Yazûla se refugiaron en los riscos para poder sobrevivir seguramente como pastores de ganado menor.

Esta hipótesis nos permite llenar un vacío en la historia de Alcalá de los Gazules. Como en el Šarq al-Andalus y en Granada, grupos desperdigados de gazules buscaron las altas montañas para sobrevivir bajo los Almohades y lo hicieron en la comarca de la actual Alcalá de los Gazules, aunque no en la fortaleza de donde serían rechazados como en Petrer, pero sí en sus agrestes cercanías.

Cerca de Alcalá de los Gazules hay un lugar llamado actualmente Las Cobatillas y su etimología podría proceder de qubba. Nos preguntamos si esta qubba no se referiría a un edificio abovedado, depósito de agua etc., como sería el étimo, por ejemplo, de la Sierra de la Alcoba, sino que haría referencia a la qubba tienda de estos beréberes gazules [20]. Un repaso a las numerosas Cobatillas hispánicas nos muestra que están situadas en sierras, montañas y colinas más o menos altas y todas en el territorio que fue almohade, es decir, no hemos encontrado este topónimo en los territorios conquistados por los cristianos antes del siglo XIII :

Las Cobatillas de Alcalá de los Gazules, Las Cobatillas de la Sierra de la Zarza, entre Murcia, Granada y Almería, Cobatillas en la Sierra de Algaydón (Murcia). A menor altura, pero nunca en el llano, están: Cobatillas junto a Santomera en Murcia y otro lugar con el mismo nombre junto al Guadiato en Córdoba.

Con estos datos podemos suponer cómo fue la historia de esta tribu beréber en Al-Andalus: llegados con los almorávides, siguieron con su género de vida nómada, dedicándose a la depredación desde el momento en que fueron hostigados y retirándose luego a las montañas más altas, donde debieron de vivir hasta la conquista cristiana. De su presencia sólo quedó el recuerdo de su nombre y, tal vez, de su forma de vida en tiendas.

This entry was posted on miércoles, 20 de agosto de 2008 at 9:18 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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